"Si me matan resucitaré en el pueblo salvadoreño"
Oscar Arnulfo Romero, arzobispo de San Salvador, asesinado un día como hoy, 24 de marzo de 1980.
Una cobarde bala le perforó el corazón mientras celebraba eucaristía en la Capilla del Hospitalito.
Su voz fue también la del movimiento popular salvadoreño que se levantaba contra la opresión y la miseria. Aún es recordado por su incansable lucha por la justicia social.
Treinta y un años después del asesinato, se conoció que su asesino fue Marino Samayoa Acosta, un subsargento de la Guardia Nacional y miembro del equipo de seguridad del ex presidente de El Salvador, habría recibido 114 dólares por realizar esa acción