martes, 13 de diciembre de 2016

Lencho

Recuerdo, como a mis 10 años, hasta la casa llego el eco de unos llantos con una mala noticia, subí hasta tu casa y me encontré con que Don Florencio había muerto,  el cadáver de tu padre estaba recostado en una mesa, tu mama lloraba amargamente mientras le cambiaba la ropa, esa que llevaría puesta en su descanso final, luego mire al fondo de aquel gran cuarto y te vi sentado en el viejo piso de madera, llorando a solas, sollozando con tristeza y sin querer mirar hacia el cuerpo inerte de tu padre, sentí una gran pena y en ese momento trate de imaginar el dolor que debías sentir pero no pude, te deje solo, tal vez creí que así lo deseabas. Le pregunte a tu mamá si necesitaba ayuda, me dijo que le anudara una corbata, trate pero nunca he podido hacerlo bien, así que corrí hasta la casa de Pito a buscar a su papa para que hiciera el nudo de la corbata que llevaría tu padre, cuando regrese ya no estabas ahí y no te vi por varios días…
Pasaron esos días y como dice la gente cuando hay una muerte ajena “la vida sigue” y siguió… después de eso nos hicimos buenos amigos y nos gustaba sentarnos a platicar en las gradas frente a tu casa junto con tu perro, aquel perro cabezón al que no le encontraba la muerte, era mayor que nosotros,  tenía 19 años y se sentaba con nosotros inmóvil, ciego, sin dientes hasta que caía la tarde y lo metíamos cargado a la casa para que siguiera con su letargo… hablábamos de las cosas de la vida, las más importantes en  nuestra vida, de Ultraman,  las últimas hazañas de Kung fu, del último capítulo de tierra de gigantes y aquaman. Desde esas gradas volamos muchos barriletes y lanzamos millones de aviones del papel que nos robábamos de la imprenta que dejo tu padre . Así crecimos, con los aleros del barrio, nos enseñaste a jugar 7 locos y a competir para armar el cubo Rubik, nadie era más rápido que vos para eso, nos desvelábamos contando chistes esperando a tu tía que viniera de trabajar de la última tanda de aquel viejo cine para reírnos con sus tontas historias…

Ahora… vos también has muerto, una falla de la tecnología médica combinada  con una falla de tu cuerpo fueron las excusas indiscutibles de los doctores… Bueno, ya partiste y de esto fue que me acordé cuando pensé en vos, claro, no todo fue tristeza, también fueron bromas, potras, fiestas  y largas noches jugando 7 locos o between .  Si en la otra vida se puede, espero te hayas encontrado con tu padre y con tu mamá que partió mucho después de él, espero que aquella tristeza que siempre mostrabas cuando hablabas de él se haya desvanecido y repongas el tiempo perdido con tu papá y hagas todas las cosas que decías soñar hacer con el… Adiós Lencho…


2 comentarios:

  1. No se imagina todo lo que pasó por mi mente cuando leí esto José florencio medina zapata (LENCHO) mi segundo padre partí de Honduras y el ya Estaba enfermo estando aquí en España el murió y asta hoy no e podido llorarlo como se debe el me amo mucho y co. Ese mismo amor amo a mi hijo brayan el lo crío como su hijo Le dio lo que el uviece querido darme ami yo a ese hombre gordito y de inmenso corazón Le debo muchísimo y espero al ir a Honduras llevarle una flor y llorarlo como aquí en este país no e podido

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  2. No se imagina todo lo que pasó por mi mente cuando leí esto José florencio medina zapata (LENCHO) mi segundo padre partí de Honduras y el ya Estaba enfermo estando aquí en España el murió y asta hoy no e podido llorarlo como se debe el me amo mucho y co. Ese mismo amor amo a mi hijo brayan el lo crío como su hijo Le dio lo que el uviece querido darme ami yo a ese hombre gordito y de inmenso corazón Le debo muchísimo y espero al ir a Honduras llevarle una flor y llorarlo como aquí en este país no e podido

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