2125 DC, los dictadores de las 2 poderosa naciones del mundo: no pudieron llegar a común acuerdo sobre la posesión de la poca agua que quedaba en el planeta, se amenazaron constantemente con lanzarse misiles nucleares y bombas químicas mortales que producían horribles efectos en las personas y la muerte de toda especie viva sobre la tierra. Al final las potentes y eficientes super-computadoras, creadas por el hombre, con inteligencia artificial e instaladas en diferentes satélites lunares, sobrepasaron al poder y tomaron la decisión final: Lanzar todos los misiles y acabar con todo rastro de humanidad.
En un lugar de la antigua América, vivía Rory, un potentado comerciante de tecnología, viudo, con un único hijo de 5 años, siempre padeció de un enorme temor a que una guerra nuclear acabara con la vida en la tierra, por eso construyó bajo los cimientos de su casa un enorme bunker donde almacenó suficiente comida, agua, medicamentos y todo lo necesario para sobrevivir por 5 años. Allí se refugió al comenzar a caer las bombas.
Más allá de ese lugar, vivía Valeria, una hermosa mujer que, por falta de oportunidades y pobreza tubo que dedicarse a la prostitución. Cuando comenzó la guerra, ella con su hija de 5 años buscó refugio donde un ermitaño, asiduo cliente suyo, quien tenia en el sótano, un cuarto donde la llevaba cuando la contrataba, allí había comida y agua para sobrevivir por mucho tiempo.
Pasaron los años y la tierra volvió a resurgir de entre las ruinas, la maleza y los árboles crecieron y se llenaron de frutos, las especies animales que sobrevivieron comenzaron a reproducirse, al contrario de Rory y Valeria quienes enfermaron en sus refugios y murieron dejando a sus hijos solos con sus instintos de sobrevivencia. Ellos salieron de sus refugios y conocieron de nuevo las plantas, los bosques, el sol y el cielo que habían olvidado debido a su encierro y que para ellos eran nuevas imágenes en su corta y poco experimentada vida en la renaciente tierra. Fue una enorme sorpresa cuando, cosechando manzanas de los nuevos árboles, se encontraron frente a frente, se miraron a los ojos y tímidamente se presentaron: hola, soy Adán. Hola yo soy Eva...
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