En una visita a mi querida Tegus, al amanecer de una intoxicación alcohólica, me dio nostalgia por ver mi viejo barrio y mi vieja casa de la infancia, después de un corto viaje manejando por las intrincadas calles del centro y dos tazas de café en Los Dolores me encontré parado frente a aquella vieja casa de ladrillos, con sus gradas en la entrada y su puerta siempre abierta, donde pase mi feliz infancia y mi época de puberto…
Contemplando estaba cuando de repente de la puerta sale un cipote flaco y peludo igualito a mi (en aquel tiempo) con un cuaderno en una mano y un lápiz en la otra y se sienta a dibujar en la acera, traté de acercarme y el volteo y me dijo ¿Qué queres?, nada, le dije, solo quiero ver, ¿Quién sos? Preguntó, Jorge, le dije… yo soy Jorge me dijo…(¡Que mierda!, pensé, ¡solo falta que ahora venga toda esa historia de que yo no soy yo porque soy un clón que vino del futuro o del pasado…O solo falta que me haya metido en uno de esos hoyos negros de mierda que te pasan a otra dimensión del tiempo y el espacio, como en las películas de Arnold Sueternegro!) …Solo quiero ver que estas dibujando, dije. El cipote se quedo mirándome y trató de decirme algo inteligente, supuestamente para confundirme o alejarme… es la imagen que vi en un sueño, ayer, la dibujo antes que se me olvide…Este cabrón es igualito a mí de pajero, pensé…Fue hasta ese momento que me di cuenta de que ese cipote era yo pero hace como 30 años! Me sorprendí con la extraña serenidad con que me comporté ( es decir, el otro yo, el puberto)… Nos vemos, le dije, te deseo mucha suerte… ya no quise quedarme y ver más, no quise verme más, no estaba preparado para verme, no quise advertirme de lo bueno y malo que me pasaría en el futuro, tampoco estaba preparado para perdonarme por lo que fui o no fui y por lo que hice o no hice en ese tiempo, solo me fui… o me vine…ya no se…
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